Sant Mat, Sant Thakar Singh

¿Qué se podía esperar al conocer al Maestro de Sant Mat, Sant Thakar Singh?

Lo primero que puedes esperar cuando conoces al Maestro de Sant Mat, Sant Thakar Singh, es que el Maestro tenía en mente tu mayor beneficio, en el sentido más desinteresado y caritativo. Lo segundo que cabe esperar es que Sant Thakar Singh te introduciría a un camino de autointrospección y transformación personal cuyo único límite para tu máximo beneficio es el tiempo y el compromiso con el que puedes aplicar la práctica.

Sant Thakar Singh te enseñaba a mirar dentro de ti en quietud silenciosa, para enfocar tu atención en tu experiencia interior. Explicaba que esta experiencia interna es tuya; está dentro de ti. Es una experiencia que no es el resultado de un estímulo sensorial ni producido por la mente, sino que surge de esa parte eterna y más elevada de ti. Es la parte de ti llamada el "alma", en su mayor parte ignorada tanto por las ciencias físicas, la educación intelectual e incluso muchas formas de yoga y meditación cuyo enfoque es en la visualización del cuerpo y la mente.

La práctica de meditación que enseñaba Sant Thakar Singh es única ya que no enfatiza el enfoque en los ejercicios corporales y mentales y en cambio pone énfasis en la experiencia personal de primera mano del alma, percibida como una luz interna y un sonido interno.

El proceso de auto-introspección que enseñaba Sant Thakar Singh es muy práctico, requiriendo un compromiso diario para ganar destreza en aquietar la mente y enfocar la atención. Puede esperar que tome tiempo este proceso de ganar gradualmente el control de tu propia atención. La aplicación de una gama completa de factores de ayuda hace que la práctica sea más fructífera. Estos factores de ayuda incluyen una estricta adhesión a una dieta saludable, lacto-vegetariana, la dieta más propicia para la meditación; servicio a los demás, también llamado seva; asistencia a reuniones regulares de meditación con otros estudiantes de Sant Mat; el mantenimiento de un diario de introspección para observar mejor y eliminar las imperfecciones de carácter; y el dulce recuerdo de Dios a lo largo del día.